Cueva La Madriguera - El Molar, Madrid

David

Extraordinario es el resumen.

Situado en la zona de las bodegas y cuevas de EL Molar, con fácil aparcamiento en las inmediaciones.

Para empezar, el sitio está decorado con mucho gusto y detalle, eso unido al encanto de la cuevas, habilitadas a modo de comedores.

La atención del personal, es sublime. Un trato agradable, familiar y muy profesional.

La carta sin ser muy grande, es una buena selección, muy apetitosa a la vista.

Los precios, considero están bien. Creo nos gastamos unos 78 euros para cenar y nos fuimos llenos, por lo que no tomamos postre.

Comimos:

- Para empezar un aperitivo cortesía de la casa, que eran aceitunas y un riquísimo pate casero de mejillones.

- Chorizo a la Brasa. Algo tan simple me sorprendió. Un sabor muy suave y sabroso.

- Cazuela de morcilla con huevo de codorniz. Igualmente un sabor muy bueno y suave.

- Calamar a la plancha. Una gigantesca pieza, buenísima de verdad.

- Pinchos de cordero. Perfectamente hechos y buenísimos también.

Así que eso, si existe la perfeccion, este local se acerca a ella.

Ana C.

La cueva espectacular, muy buen ambiente. Los empleados un trato exquisito y cercano. Cándido que ha sido quien nos ha atendido de 10. Y la comida exquisita, totalmente bien merecidas las 5 estrellas

C F.

El lugar esta decorado con mucho encanto.
Un negocio familiar y solo por eso merece una visita. Asi se levanta España.
La comida muh bien relacion precio.
Pero lo mejor la atencion , te hacen sentir super bien.
Volveremos.
Mucha suerte.

Isidoro G.

Con una carta pequeña, y con un gran servicio y calidad, es una buena forma de conocer las bodegas de El Molar, quien no lo conozca. Y si ya las conoces merece la pena comer en La Madriguera. El calamar, exagerado. Y la atención de Carolina, perfecta.
%$ 3 meses después de la primera visita sigue en lo más alto. El punto de la parrillada de verduras y el entrecot muy rico.
%$ la ración de cecina generosa y la hamburguesa buenísima. Además, la hamburguesa la pueden hacer para personas celíacas. Y uno de los pocos sitios en El Molar con cerveza mahou sin gluten.
%$ el caño grande para 16 personas muy bien. Y el pulpo a la brasa espectacular con mermelada de tomate, ole

Alaide F.

Se puede definir todo en una palabra, Maravilloso.
Un sitio espectacular,
Todo un encanto, fue una grata experiencia por segunda vez poder comer, disfrutar y visitar las cuevas que son espetaculares y muy bien conservadas.
Además el Restaurante La Madriguera, regentado por la Sra. Carolina, bajo las recetas de su Madre la Sra. Matilde y con los postres caseros de su padre el Sr. Jesus, ofrecen una carta no muy grande, pero lo suficiente y con productos de gran calidad con unas comidas ricas y familiar. Súper recomiendo el restaurante La Madriguera.
Siempre lleno, lo cual denota la calidad y el renombre del sitio, y atendimento 10. Sin olvidar de agradecer al camarero Leo, que fue súper atencioso y muy amable.

María G.

Un sitio espectacular en un entorno muy especial. Es una cueva con diferentes recovecos donde están las mesas. Llamamos y al instante nos acomodaron en una mesa para dos dentro de una pequeñita cueva. Entorno impresionante. El ambiente lo mejor. La amabilidad de todo el personal es inmejorable, te atienden con una sonrisa, te asesoran y además hacen por darte un buen servicio, cosa que hoy en día es de agradecer. Te ponen un brasero con ascuas para calentarte. Comida a la brasa, lo preparan en el fuego en el momento. Todo casero muy rico, croquetas, chuletillas, tarta de queso. Es un sitio muy especial para repetir en pareja, con amigos o familia. Además la zona llena de bodegas en cuevas tiene mucho encanto. Sin duda súper recomendable, volveremos!

Mari C. C.

Le doy 5 estrellas a todo por que no hay más estrellas si no le daba mas.
El trato del personal es excelente. La comida inmejorable, el sitio es un sitio con mucho encanto.
Se ve que todo esta hecho con mucho gusto. Volveremos sin duda

Martina P.

Un encanto de restaurante!
Fuimos un domingo de paseo sin tener reserva ni planes. El señor Jesus, dueño del restaurante, nos invitó a ver sus cuevas y nos pareció tan maravilloso que decidimos quedarnos a comer!
Una experiencia increíble y super recomendable! Comida casera y de calidad, atmósfera única gracias a la posibilidad de comer en una cueva privada.
Un día brutal con buen vino y buena musica!
Os recomiendo quedaros un poco más para hablar con los dueños que son un cielo y sobretodo confiad en las sugerencias de Carolina que no os vais a arrepentir! Volveremos seguramente 🙂